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16 de junio de 2011

LA JUSTICIA EN COLOMBIA ES UNA DESGRACIA: MIGUEL GOMEZ MARTINEZ

ARTUNDUAGA.COM

MIGUEL GOMEZ MARTINEZ

By Edgar Artunduaga   
Sunday, 12 June 2011 19:14

LA ENORME CORRUPCION NACIONAL

E.A ¿Cómo ha sido su experiencia en el Congreso?
M.G.M Tres dias malo por uno bueno. Uno tiene que poner a prueba su tolerancia a la frustración, porque los debates son rara vez apasionantes. Hay un exceso del uso de la palabra, una impuntualidad desesperante para un hombre disciplinado como soy yo.
E.A.¿Compartiendo con buenos y bandidos?
M.G.M. Sí. Con gente que tiene un esquema ético distinto del mío. Gente que ve las cosas con otros ojos. Hay gente que ha entendido que la política y la corrupción son dos actividades paralelas y eso es lo que tiene a esta democracia tambaleando, porque no hemos podido trazar líneas.
La primera amenaza que tiene esta democracia, no es la guerrilla, no es el narcotráfico, son las instituciones que se van quedando vacías porque se las roban. Y así se acaban las democracias. Eso fue lo que pasó en Venezuela.
E.A. ¿De qué tamaño es la corrupción del país?
M.G.M. Creo que el narcotráfico le metió a los colombianos en la mente, un traquetismo mental. Los colombianos somos traquetos mentales, nos gusta hacernos ricos rápido y descubrimos que la mejor manera de hacernos ricos rápido, que no fuera el narcotráfico porque lo extraditan a uno o lo matan, es la política. En la política ni lo extraditan  ni lo matan y usted en cinco años puede taparse de oro. Es el mismo esquema del narcotráfico pero trasladado a la vida política, eso está acabando con esta democracia.
E.A. ¿Las Contralorías y todas esas “ías” no fueron eficientes para frenar ese proceso?
M.G.M. Todo lo que toca al sector político se vuelve ineficiente, porque se vuelve comprometido. Yo fui Vicecontralor General de la República, fue la experiencia más traumática de mi vida profesional.
Me sentía como un portero mocho con los ojos tapados. Siempre llevaba las de perder, nunca tenía los instrumentos ni la información.
E.A. ¿Qué aspectos fundamentales contempla el proyecto Anticorrupción para enfrentar esa avalancha de la que hablamos?
M.G.M. Hay un aumento generalizado de las penas para evitar que los delitos que tienen que ver con las finanzas públicas sean excarcelables. Yo creo que nuestro sistema penitenciario debe dejar de tratar a los políticos como si fueran delincuentes de otro estilo. No entiendo por qué hay que adecuarle un pabellón a los Nule, ¡no, al patio quinto, en una celda con cuatro personas, igual que el violador de niños!.
E.A. ¿Igual para los parlamentarios?
M.G..M. Exacto. El Código Penitenciario tiene que ser igual para todo el mundo y la comida igual, los mismos colchones, la misma comida. Aquí hay una serie de condiciones especiales para los ladrones de cuello blanco, que en el fondo son los que más daño le están haciendo a la sociedad. Es mucho más grave lo que hace un Alcalde bandido que lo que hace un asaltante de bancos. El uno es un crimen tradicional, el otro es un crimen que destruye las instituciones.
M.G.M.“LE TENGO PANICO A LA JUSTICIA COLOMBIANA”
E.A. ¿Cuál es su concepto de la justicia colombiana, a propósito de la corrupción y otros tantos males que vive el país?
M.G.M. La justicia en nuestro país es la mayor injusticia. Yo le tengo miedo a dos cosas en la vida: a la enfermedad de un hijo y a la justicia colombiana, le tengo pánico. A usted lo pueden condenar a treinta años de cárcel porque lo confundieron, por un homónimo. Hay casos dramáticos. La justicia no escucha. Nuestra justicia es una desgracia.
Yo terminé entendiendo muy tarde en la vida la obsesión de Álvaro Gómez con el tema de la justicia. Uno sí entiende que cuando no hay justicia lo único que queda es la violencia. La violencia es fruto de la injusticia, si hubiera justicia habría menos violencia.
Aquí los Jueces hacen lo que les da la gana, se volvieron intocables políticamente. El equilibrio de poderes no existe, aquí hay dos poderes importantes: la prensa y la justicia. Los otros poderes son subordinados. Yo creo que el poder ejecutivo es menos poderoso que la prensa en Colombia y estoy convencido de que es menos poderoso que el poder judicial. El último de los poderes es el legislativo, famélico, vergonzante, una gente que vive muerta del susto, que no se atreve a opinar. Pasar la reforma de la Constitución la próxima legislatura va a ser dificilísimo porque todos están investigados, unos con razón y otros sin ella.
E.A. ¿Qué hacer ante panorama tan aterrador?
M.G.M. El sistema penitenciario debe ser único, absolutamente único, para que las fotos que tomemos no sean del pabellón especial, sino las fotos del tipo con un uniforme de preso como debe ser. Las sanciones no pueden ser simbólicas.
Tenemos una tolerancia hacia el delincuente muy fuerte y eso es lo que nos hace tan propensos a la corrupción. Se volvió magnífico negocio ser corrupto. La impunidad es muy alta y si lo cogen, si usted está tan de malas que lo cogen, le dan tres años de cárcel, para después pavonearse en los clubes sociales.

1 comentario:

  1. Tipo sensato y muy bien parado, con lo que dice y afirma nos da un gran horizonte de la política y la forma vil y mundana de "el dinero fácil" y de como un país se queda sin democracia por la mentalidad traqueta

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