Páginas

12 de junio de 2011

COLOMBIA “PARAISO DE LA DELINCUENCIA"

La impunidad en Colombia es tan común, como comer para vivir. Así como existen paraísos fiscales conocidos como las Islas Caimán, Colombia por su impunidad es un “Paraíso de la Delincuencia”. No en vano en Colombia el narcotráfico, la venta de armas, la trata de blancas, son delitos comunes y hasta normales, así como las guerrillas o llamados grupos al margen de la ley. Sitios como Ciudad Bolívar en Bogotá, La Comuna 13 en Medellín o Siloe en Cali, las tres ciudades principales de nuestro país son nidos de delincuencia y cuna de sicarios, prostitutas y narcotraficantes.
Niños desde los 9 años, reconocidos sicarios, niñas no mayores de 10 años ya prostituidas; niñas y niños consumidores y expendedores de droga.  Esto debido a que en Colombia a los menores de edad, sin importar la magnitud del crimen cometido, no se les podía juzgar como adultos, por lo tanto la mayor pena era un centro de reclusión juvenil y a los 18 años soltarlos y borrar de todo sistema sus prontuarios delictivos.
Con la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, de junio 6 de 2011, así como se aumentaron las penas para delitos considerados menores, por lo tanto ya no serán excarcelables, se rebajo la edad para el juzgamiento de los menores; ahora se puede juzgar como adulto a un menor desde los 16 años.
Pero estamos diciendo que desde los 8 o 9 años es común encontrar delincuentes de alta peligrosidad, y todavía a estos no se les puede tocar y sigue rigiendo la ley en que se les debe juzgar como menores, con penas risibles. A esta nueva ley se le debería llamar “árbol de navidad” se le colgó de todo!. Regula aspectos derivados de derechos fundamentales como privacidad, menores de edad, restricciones a la libertad, por mencionar algunas, por lo tanto se le debió haber dado trámite de ley estatutaria, a la luz del artículo 152 de la Constitución Política.
Es decir otra ley más para justificar que en Colombia si hay justicia, pero de qué sirve? Como podemos ver en los tres artículos anteriores a este o el de la historia de “la tortuga y  la liebre” son solo malas improvisaciones para justificar una impunidad reinante que convierte a nuestro país en un total “Paraíso Delincuencial”.
JINETH BEDOYA.
No solo es leer la historia que se ha venido publicando con la información proporcionada por la víctima; una historia que solo contempla crímenes “restituibles” pues básicamente son de orden económico, como lo son las historias de las personas de Catering de Colombia o el Padre Uribe, que además muestran claramente las debilidades del sistema: Solo por cuentos o chismes una persona puede ser acusada y muchas veces condenada. Todo esto para justificar la “celeridad” en la justicia del nuevo sistema penal acusatorio.
Pero los delitos cometidos, sin importar su magnitud, antes del 2004 y que deben ser juzgados por el anterior sistema se “ahogan” en la ineficiencia e impunidad, como el relatado en el periódico El Espectador”, (12/06/11) en donde en entrevista de Cecilia Orozco Tascon a la periodista Jineth Bedoya, secuestrada y violada en el año 2.000 hace un relato que demuestra a todas luces la impunidad en Colombia. Estos son algunos de sus apartes:
Cecilia Orozco Tascón.- Varias fundaciones presentaron a nombre de ellas y suyo una demanda contra el Estado colombiano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por lo que le ocurrió a usted hace 11 años ¿Por qué entabló demanda supranacional?

Jineth Bedoya Lima.- La lentitud o mejor, el olvido en que la justicia ha tenido la investigación sobre mi secuestro y violación, es evidente. Los primeros 9 años decidí estar al margen del tema judicial pero cuando empezó la campaña Saquen mi Cuerpo de la Guerra, tomé la decisión de ser su vocera. La FLIP (Fundación para la Libertad de Prensa) se interesó en revisar de nuevo mi caso y me sugirió contratar a un abogado. Así nos hicimos parte en el proceso.
C.O.T.- ¿Qué encontraron?

J.B.L.- Cuando el abogado revisó lo sucedido en el proceso se dio cuenta de que la inoperancia de la Fiscalía ha sido casi total: no ordenó la práctica de pruebas; no llamó a declarar a testigos clave del proceso. Ni siquiera le pidió que declarara a quien puso la denuncia sobre mi secuestro. Por eso llevamos el caso ante la CIDH.
C.O.T.- ¿Por qué en estos años no ha habido casi ningún avance en la investigación?
J.B.L.- Cada vez que me citan a la Fiscalía y llego a la puerta del búnker me pregunto: ¿Por qué estoy aquí cuando hace muchos años que las cosas están tan claras? El fiscal del caso, en cambio, siempre argumenta  que todo es gaseoso. En su opinión, no hay sustento jurídico sólido. Yo creo que es imposible  que no hayan encontrado alguna pista. Solo hasta el año pasado, cuando se cumplieron  10 años de mi secuestro, el fiscal ordenó practicar pruebas que se debieron haber hecho al día siguiente.
C.O.T.- ¿Cree que en la Fiscalía no habido interés en su caso?

J.B.L.- No ha habido interés. El fiscal actual no muestra ninguna actividad. Además hay que decir que es el mismo que tiene las otras investigaciones sobre periodistas asesinados o amenazados. Hace dos meses dejó prescribir el proceso por el asesinato del periodista Julio Chaparro y el fotógrafo Jorge Torres, de El Espectador, asesinados hace 20 años en Segovia, Antioquia adonde habían ido en misión periodística. El fiscal dijo que ellos “no fueron asesinado en razón de su oficio” ¿Cómo sabe si no investigó? Este caso también va a terminar en la CIDH. 
C.O.T.- ¿Ha presentado queja ante los cuatro fiscales generales que le ha correspondido desde cuando la secuestraron? En últimas, ellos son responsables políticos.

J.B.L.- Los he visto desfilar y con todos hablé. Solo me han dado palmaditas en el hombro. El único periodo en que sentí que hubo interés investigativo fue en el de Alfonso Gómez Méndez. Su funcionario Pablo Elías González fue quien me ayudó a volver con vida.
C.O.T.- ¿No pedirá cambio del fiscal del caso dado el desinterés que usted dice que él muestra y el antecedente de la prescripción del proceso por los homicidios de los dos reporteros de El Espectador? 

J.B.L.-  Precisamente la semana pasada mi abogado presentó un documento a la Fiscal Morales solicitándole el cambio. Ya el documento está radicado y esperamos que ella en su sabiduría, resuelva lo que sea necesario y determinante para poder mover el proceso.

C.O.T.- ¿Cómo se llama el fiscal del caso?


J.B.L.- Gustavo Reyes, de la Unidad Sexta de Derechos Humanos. Él, en su despacho, tiene otros procesos a punto de prescripción. Y tuvo la primera etapa de investigación del caso por el crimen de Jaime Garzón. En total, son alrededor de siete procesos de periodistas que no se han movido.
Luego de esto no queda mucho que decir…. Solo que como otros países son Paraísos Fiscales, Colombia es Paraíso Delincuencial….. Citando las palabras que nos relato, le dijo la persona sindicada cuando la logro contactar, a la persona de la cual hemos venido publicando su historia: "Denuncieme por estafa o por lo que quiera... igual como aqui la justicia no funciona la cosa se va por ahí para 10 años por lo tanto a mi no me van a tocar"



No hay comentarios:

Publicar un comentario