Colombia es un país de arriesgados, sin el más mínimo sentido de respeto y responsabilidad para con los demás; queriendo transgredir siempre la débil línea que existe entre el bien y el mal, para ver como resulta….
La libertad de prensa es un derecho que contemplan los países civilizados, pero en la mayoría se penaliza la información que no corresponde a la realidad, que es manipulada o que se basa en hechos no sustentables. Como sucedió hace poco en Inglaterra, en donde un periódico de más de un siglo de circulación, tuvo que cerrar sus puertas por el mal manejo dado a la información publicada y la extralimitación de sus derechos periodísticos, pero Colombia entra en la minoría.
Pasando ya de la libertad al libertinaje, los medios se han recreado en divulgar información que no puede ser corroborada, incluso incurriendo en errores tan crasos, como el que tal vez pocos pudieron ver en la edición virtual de El Espectador.com del 21 de septiembre, donde publicaron aproximadamente a las 10 a.m. el titular: “Cheque enreda al excontralor de Bogotá”; al leer la noticia en ese momento pensamos que cual era el problema? Si se había girado un cheque por $1.700 millones de pesos, se tenía POR FIN una prueba documental clara y precisa, que comprobara los hechos, que se han ido refiriendo solo de oídas, del Carrusel de la Contratación. Con el solo nombre del banco del cheque girado, se podía pedir una copia… Pero oh sorpresa! En menos de 45 minutos el titular fue “corregido” a: “Factura enreda al excontralor de Bogotá”… Dos documentos bastante distintos, dos palabras completamente diferentes!
Le costaría el puesto al pobre “bestia” que cometió el “error” y un ascenso “inteligente” que se dio cuenta y lo “corrigió”? Ni idea…
Pero la cosa no termina ahí, hoy en grandes titulares el Sr. Inocencio Meléndez, quien ya no sabe a quien más untar para que su pena sea reducida a que todos nos muramos de la pena por su “inocente” acto de robar y permitir robar, no sabemos cuántos millones de millones a los bogotanos, escudado en que fue obligado y engañado, llamo a Caracol Radio a seguir enlodando con sus cuentos y chismes, ahora a dos concejales bogotanos, uno de ellos actual candidato a la alcaldía y delfín de Luis Carlos Galán, sin aportar nada más allá que sus CUENTOS.
Hablar es facilísimo, contar cuentos también, en Colombia dentro de las artes escénicas, como un estilo más de arte están los CUENTEROS y vamos a plazas y teatros para verlos y pagamos por eso, pero no por eso hacemos cierto lo que ellos dicen… Y sino que nos lo cuenten Tola y Maruja!
Volvemos a referirnos aquí, a lo que ya en días pasados dijimos, el poder en Colombia no se encuentra únicamente en las tres ramas que a todos nos enseñaron en clase de cívica en el colegio: el ejecutivo, el legislativo y el judicial; ahora hay un cuarto poder: los medios, quienes con sus noticias, escritas, televisivas o radiales; sin documento alguno que respalde sus historias, dan por hecho muchas situaciones que pueden distar completamente de la realidad; solo porque son contadas por personajes que en el momento son noticia y que les va a ser vender más! En Colombia el periodismo paso de ser un medio para informar los aconteceres de nuestro país a un medio para vender, por lo tanto entre más amarillista y dramático mejor.
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