Escribo esto no porque sea una “vieja histérica”, soy una persona con al menos formación profesional, cultural familiar bastante amplia y de un estrato social, más no económico dado lo que me ha hecho la justicia, bueno, dentro de los parámetros de nuestra sociedad.
Que ya no pretende buscar justicia porque sé que no existe, y aun más ya ni siquiera con resignación, porque ya lo que quiero es dejar de estar involucrada con el sistema judicial, hagan lo que hagan. Sino con el propósito de denunciar y demostrar cómo funciona la justicia en Colombia.
Se me hizo un cobro jurídico (civil) como codeudora de una deuda, sin presentar deudor alguno y aun así, no solo fue aceptada la demanda sino que además llego a sentencia en mi contra, todo esto a través de una cantidad de manipulaciones.
La fiscalía presentándole pruebas documentales y los mismos implicados declarando que sabían que estaban cometiendo un ilícito, que incluso se probo que no existe de manera alguna deuda de ninguna clase, decreto que no calificaba delito alguno, porque los sindicados “voluntariamente” habían entregado los documentos que los implicaban y declarado que sabían que la justicia civil no los obligaba a presentarlos. Aunque si no lo hacían estaban engañando al juez, es decir cometiendo fraude procesal, pero para la fiscal reconocer el delito fue prueba suficiente para exculparlos.
Que el proceso civil está lleno de inconsistencias, que es exactamente un circo, al igual que el penal; los cuales se le hicieron ver al juez que lógicamente negó de plano, pues no va a aceptar sus errores.
Sobra decir que se han metido toda clase de tutelas, recursos extraordinarios, nulidades, etc y todas han sido negadas, con los argumentos más absurdo e incoherentes.
La historia es bastante más extensa, con toda clase de soportes documentales y testimoniales. Pero no me voy a extender porque prácticamente podría escribir un libro que al final sería más largo que Cien años de Soledad y les aseguro que igual o más enredado. Con jueces corruptos, abogados comprados y documentos que desaparecen mágicamente en alguna parte de fiscalía para reaparecer nuevamente por arte de magia a conveniencia de los implicados.
Solo sé ahora, a fe ciega, que en Colombia, es más práctico ser un delincuente, declararlo y así la justicia sale y lo felicita en lugar de castigarlo. Donde además la ilegalidad se indulta, sin importar el crimen y hasta se premia.
El premio en este caso es mi apartamento, para premiar la estafa de los señores que cometieron el crimen, porque como se litigo en lugar de conciliar, la liquidación de la supuesta deuda cubre el valor del mismo, e imagino que repartirse la tajada con más de un funcionario judicial; pero siendo honesta a estas alturas y luego de casi 10 años de demostrar hasta la saciedad que no es sino una estafa, ya no me importa, soy una profesional capaz y aunque dure los últimos tres años, aprendiendo derecho para defenderme como única labor, nuevamente salí al ruedo laboral gracias a una excelente hoja de vida a Dios Gracias con buenos resultados, sin necesitar cometer ilícito alguno; por lo cual prefiero volver a empezar de ceros a seguir involucrada en todo el tinglado que la justicia me ha montado, pero bueno es decirle al público en general como funciona la justicia en el país.
Que aunque he contado con la ayuda de grandes juristas como el Dr. Gustavo de Greiff, quien a parte de ser un excelente jurista es un excelente ser humano, solo ha podido indignarse y dar varias soluciones jurídicas para tratar de convencer a la justicia del descalabro que está cometiendo sin resultado alguno. Porque contra la corrupción no se puede hacer nada.
Ahí les dejo, para que sepan que en Colombia cualquiera puede diligenciar un pagaré "de buena fe", avalado esto por el código de comercio y el de procedimiento civil, presentarlo luego a cobro con una demanda a un supuesto codeudor sin presentar deudor y luego la justicia penal avalar lo civil y decirles a los criminales que debido a que reconocieron sus errores serán premiados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario